lunes, 16 de agosto de 2010

Mi ángel ha vuelto a soñar conmigo.


Recuerdo aquella vez, hace tres años aproximadamente iba yo al instituto, era tan temprano que aún no se veía la luz del sol. Yo me encontraba entristezida totalmente, tanto que lloraba por dentro.

Pero estaba pensando y rezando a mi ángel, al que dedico el mejor de mis poemas sin terminar, que me sacara de allí cual forma fuera, o que me diera alguna señal por la cual luchar, pensaba mientras bajaba las escaleras del portal de casa de Sevilla. Abrí el portal para salir tanto del edificio como de mis pensamientos, para aguardar el día con el pesar de aquellos sentimientos.

Pero mire abajo, el último peldaño que te bajaba a la calle, una pluma de mi ángel, vi en el suelo; me sobrecogieron las emociones positivas y el romanticismo de vivir y de lo que pensemos creer, porque la pluma era de una paloma, que aun tengo guardada, pero es la pluma de mi ángel, es la pluma que me iluminó el día, porque mi ángel me escuchó, y cuando lo necesité me puso esa señal.

Me gustaría enamorar el mundo, me gustaría enamorar las almas como cuando una pluma cae, sutilmente, lentamente, acariciando su ser, para que este comprendiera y sintiera toda la extensión de su forma, acerquémonos a nuestro mundo interior fuera de dioses, reglas y moral.
Encontrar a esa rosa desnuda de tu corazón, llena de espinas o de lágrimas de rocío.
Sintámonos inocentes de nuevo, inocentes, porque ignorábamos lo que llevamos dentro, universo, alma, corazón, sentimiento, romanticismo.


Ebony Eleaden Whamphyri.
Cuando nos sintamos perdidos, veamos la riqueza de nosotros mismos.
Los románticos dominarán el mundo.